Fuente: Energía Estratégica
Así se anunció durante un evento organizado por el Global Wind Energy Council (GWEC) y el Banco Mundial que se propone trazar una hoja de ruta para el sector offshore.
Un documento elaborado por la empresa estatal de Investigación Energética (EPE) muestra el potencial de la tecnología.
La industria prevé instalar 235 GW de potencia eólica offshore al 2030 en el mundo, en gran medida, estos se ubicarían en Europa y Asia. En Latinoamérica podría sonar ambicioso plantear grandes metas; no obstante, Brasil empieza a destacarse como uno de los mercados con mayores avances en la implementación de esta tecnología en la región.
En la actualidad, ya habrían 6 proyectos de eólicos offshore transitando la etapa de permisos, de acuerdo con testimonios de Elbia Gannoum, CEO de la Asociación Brasileña de Energía Eólica (ABEEolica). Este sería solo el inicio, ya que este mercado guardaría un enorme potencial para aprovechar en los próximos años. En un escenario conservador, expertos internacionales pronostican 1.2 TW de potencia posible de instalar en el Atlántico frente a las costas brasileñas; los más optimistas calculan hasta un total de 6,91 TW.
Cuándo y cómo lograrlo son preguntas obligadas para hacerse. Estas fueron eje de debate durante la primera jornada de un evento internacional organizado por el Consejo Global de Energía Eólica (GWEC) y el Banco Mundial.
En aquel evento, se compartieron los hallazgos de los primeros estudios en este campo y las proyecciones que existen para este atractivo mercado. Entre ellos, el presidente de la empresa estatal de Investigación Energética (EPE), Thiago Barral presentó una reciente publicación que sintetiza los desafíos y recomendaciones sobre cómo lograr la expansión en esta tecnología de generación en Brasil.
Se trata de la «Hoja de Ruta – Eólica offshore – Brasil: perspectivas y caminos para la eólica marina», documento que especialmente buscaron promover el GWEC y el Banco Mundial, entre sus 7 capítulos de envergadura, aclara que si bien no se tiene el propósito de proponer una política para alentar a esta fuente de energía, sí entrecruza los aspectos legales y regulatorios con aspectos ambientales, tecnológicos y de costos para colaborar a comprender los aspectos relativos a la fuente y señalar algunas recomendaciones para la planificación energética del país.
Según el titular de la EPE, en el escenario internacional ya se podría ver una tendencia de reducción de CAPEX en proyectos eólicos marinos; aunque, en comparación con proyectos en tierra, habría mayores costos de cimentación, instalación, transporte de fabricación de estructuras y equipos.
«La energía eólica marina está creciendo tan rápido, simplemente porque su precio competitivo aumenta”, adhirió Sean Whittaker, especialista principal en Energía Renovable en la Corporación Financiera Internacional (CFI), al momento de indicar una caída de un 10% en los costos a nivel global.
Ahora bien, bajar aquella experiencia internacional a Brasil es algo que ya se pregunta la EPE y busca resolver a partir de su hoja de ruta.
«Es necesario realizar análisis más profundos para la fuente de energía eólica marina considerando el contexto nacional», aseguró Thiago Barral.
¿Qué desafíos tendrían? El presidente de la empresa estatal de Investigación Energética destacó que habría una necesidad de mejoras en la regulación. Primero, con respecto a la gestión del área que se encuentra más allá del mar territorial (art. 10, § 4 de IN SPU no 02/2018); en relación con la gestión de las aguas continentales; y, en relación con la falta de un flujo definido para obtener las subvenciones necesarias para la implementación de proyectos eólicos marinos.
Además se podría trabajar en:
- Adecuación del sistema portuario brasileño para satisfacer la demanda de la industria eólica marina, en un lugar cercano a la implementación de los proyectos.
- Adaptación necesaria de la industria eólica nacional actual (hoy dirigida al mercado en tierra) para satisfacer las demandas de los proyectos en alta mar.
- Disponibilidad de barcos y otras embarcaciones adecuadas para el transporte, instalación y mantenimiento de estructuras en alta mar.
- Identificación de refuerzos en la infraestructura de transmisión necesarios para el flujo completo de la generación eólica marina.
- Evaluar la inserción de la fuente en los mecanismos competitivos para expandir el suministro de energía en el país y en los instrumentos de planificación energética.