Fuente: Karina Cuchereno. Argentina Investiga. 26 de marzo 2012
Se trata de una plataforma que puede instalarse en ríos, lagos y océanos y brinda entre otras mediciones de temperatura, sedimentos y viento; además de datos meteorológicos, la boya permite acceder a información sobre la calidad del agua. Su valor es diez veces menor que su costo en el mercado internacional y ya se vendieron a tres equipos a países limítrofes. Se instalarán en diferentes lagunas para realizar la primera red de monitoreo que analice la variabilidad climática y sus efectos en la población.
Investigadores del Instituto Argentino de Oceanografía (IADO) del Conicet lograron el desarrollo de boyas capaces de monitorear parámetros atmosféricos e hidrológicos a muy bajo costo; una de ellas ya está colocada en una laguna y brinda información vía Internet; es la primera de Sudamérica.
La boya es una adaptación de las Estaciones de Monitoreo Ambiental Costero (EMAC), que el Instituto desarrolla desde hace seis años las cuales tienen instalados sensores diseñados y construidos por los investigadores en el laboratorio de Diseño de Instrumental del IADO, lo cual reduce en forma sensible los costos. En el mercado internacional, este instrumental tiene un valor de entre USD 60 y 100 mil; en Bahía Blanca se pueden comprar según el modelo en USD 6 y 10 mil.
El Dr. Gerardo Perillo especializado en oceanografía integra el equipo de trabajo junto a los Dres. Alejandro Vitale, Cintia Piccolo, Claudio Delrieux y el estudiante de grado Fernando Sidera explicaron a Info Universidades que “la boya monitorea distintos parámetros meteorológicos, como velocidad y dirección del viento, temperatura, humedad, presión y radiación solar”.
“También tiene sensores que miden la calidad del agua; por ejemplo, se puede conocer su temperatura y su composición; además se puede monitorear la concentración de sedimentos en suspensión y la turbidez del agua, con un sensor de presión se puede saber cuál es la profundidad en todo momento y medir simultáneamente las características de las olas”, afirmó el investigador.
Alejandro Vitale indicó que la boya funciona como una estación meteorológica y sirve para conocer datos de todo tipo de forma más segura que desde la costa y brinda información para los deportes náuticos y la pesca, incluso para saber cuándo comienza el florecimiento de las algas, que es uno de los problemas en los espejos de agua para consumo humano y destacaron que “No es sólo conocer los datos meteorológicos, sino que su importancia se basa en que se puede acceder en forma remota la información sobre la calidad del agua”.
Próximamente, “también le vamos a agregar a la boya un sensor para medir clorofila y otro para calcular el oxígeno disuelto; ambos son parámetros claves: uno determina indirectamente la cantidad de fitoplancton en el ambiente y el otro nos informa cuánto oxígeno disuelto hay en el agua, este dato indica la posibilidad de subsistencia para los peces y otros animales”.
Los sensores captan todos los parámetros ambientales cada cinco minutos y esa información es actualizada cada media hora y puede consultarse a través de Internet.
La cantidad de sensores que se pueden incluir a una EMAC es ilimitada. “La principal ventaja de estos sistemas es que son totalmente modulares. Para el desarrollo de cada boya se tienen en cuenta las características y dificultades que presenta el lugar donde se va a instalar. Los sensores comerciales vienen armados con un paquete cerrado y a veces son muy difíciles de adaptar a las condiciones de cada lugar. En cambio, nuestros equipos son totalmente modulares, se pueden poner en cualquier lado y de cualquier forma”, afirmó Perillo.
El investigador indicó que para desarrollar estas EMAC, “necesitábamos tener una red muy grande de sensores, pero comprarlos en el exterior era algo imposible por los altos costos; entonces decidimos hacerlos nosotros mismos. En la actualidad, tenemos un número muy significativo de sensores propios, que comercialmente tienen costos inferiores a todos los que existen en el mercado”. Por esta razón ya se exportaron dos boyas a Uruguay y próximamente otra a Brasil.
La primera boya de este tipo en el país fue instalada en la laguna Sauce Grande, en el partido de Monte Hermoso, PBA; también es la primera en Sudamérica y forma parte de la red internacional Global Lake Environmental Observation Network (GLEON), una red que cuenta con 34 boyas ancladas en lagos de todo el mundo.
Proyectos
Los investigadores explicaron que realizan con el Conicet un proyecto para instalarlas en cinco lagunas del área pampeana (Chascomús o Hinojo), lo cual significará realizar la primera red de monitoreo a largo plazo, para estudiar la variabilidad climática y sus efectos en la población. Agregaron que también se trabaja con expertos de Chile, para colocar las boyas en lagos argentinos y chilenos, la intención es crear la primera red de monitoreo transversal, de costa a costa en nuestro sud continente.
Distinción
El proyecto de la boya de monitoreo ambiental recibió la distinción del Premio Innovar 2011 del ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, en la categoría de Investigación Aplicada. Fue seleccionado entre 2.500 propuestas.