Fuente: Magnus Hojberg Mernild Editor, State of Green Weekly Info@stateofgreen.com. 31/08/22
Con la Declaración de Marienborg en la Cumbre de Seguridad Energética del Mar Báltico en Dinamarca, se marcó un nuevo comienzo de una región cada vez más interconectada en la primera línea de la seguridad energética europea. Marcando el comienzo de una nueva era para la política energética europea, los líderes de los países acordaron multiplicar por siete la capacidad de energía eólica marina en solo ocho años.
La cumbre, organizada por la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, dio la bienvenida a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y a sus homólogos de Polonia, Lituania, Letonia, Estonia y Finlandia. Sobre la base de una amplia experiencia en energía eólica marina y transición ecológica, la cumbre posicionó a la región como un centro de energía inminente con una enorme promesa de impulsar la producción de energía limpia, renovable y local de Europa.
El Mar Báltico tiene un potencial sustancial, pero en gran parte sin explotar, para la energía eólica marina más precisamente 93 GW, equivalente a casi un tercio del objetivo de la UE de 300 GW para 2050 para alcanzar la neutralidad climática. La utilización de este potencial es esencial para liberar a la UE de la dependencia de los combustibles fósiles rusos, al tiempo que posiciona al Mar Báltico como un buque verde fundamental hacia una Europa energéticamente resiliente y climáticamente neutra.
Las iniciativas concertadas para impulsar la electrificación verde, la integración del sector, la producción de hidrógeno verde y la descarbonización de las redes de gas son catalizadores clave. Como tal, una fuerte cooperación entre los TSO y la activación de actores basados en el mercado y la competencia privada es vital para superar las barreras y asegurar una integración rápida, rentable y comercialmente viable de la energía eólica marina.
Dinamarca y sus vecinos del Mar Báltico, Suecia, Finlandia, Alemania, Polonia, Letonia, Lituania y Estonia, firmaron una declaración el 30 de agosto que apunta a expandir rápidamente su capacidad de energía eólica marina. La ambición es tener 19,6 GW de capacidad eólica marina para 2030, un aumento de siete veces en comparación con los 2,8 GW actuales.
La Declaración de Marienborg reconoce además el potencial sustancial de la energía eólica marina en la cuenca del Mar Báltico, alcanzando hasta 93 GW, posicionando al Mar Báltico como un buque verde crucial hacia una Europa energéticamente resiliente y climáticamente neutra. Además del potencial para la energía eólica marina, el Mar Báltico también cuenta con el potencial para agregar más conexiones de red entre los sistemas eléctricos de los países.
Aprovechar el potencial requiere una cooperación regional al más alto nivel. Al trabajar juntos en proyectos de energía transfronterizos e integración tecnológica, los Estados miembros de la UE a lo largo del Mar Báltico toman medidas en el desarrollo de la energía eólica marina y la sincronización de las redes eléctricas en la región.
Para cumplir con esto, es crucial una fuerte cooperación entre los estados para garantizar una planificación coordinada de la red. Además, la activación de actores basados en el mercado y la competencia privada es vital para superar las barreras y asegurar una integración rápida, rentable y comercialmente viable de la energía eólica marina.
Las iniciativas concertadas para fortalecer la cooperación a nivel político han desempeñado un papel importante en este sentido. Por ejemplo, The Baltic Energy Market Interconnection con el Plan (BEMIP) se ha propuesto lograr un mercado energético abierto e integrado entre los Estados miembros de la UE en la región del Mar Báltico. De manera similar, otros foros regionales, como el Consejo de los Estados del Mar Báltico, el Consejo Nórdico y la Cooperación Energética de los Mares del Norte, están garantizando una acción eficiente, colectiva e inmediata.
Acuerdo histórico entre Dinamarca y Alemania para completar la isla energética de Bornholm: unos días antes de la cumbre, Dinamarca y Alemania acordaron expandir la Isla de la Energía de Bornholm y conectarla mediante cableado a Alemania. La isla energética podrá suministrar electricidad verde a 4,5 millones de hogares alemanes y daneses en 2030.