El bajo precio del petroleo no afectará el desarrollo de las energías renovables
Fuente: Revista Eólica y del Vehículo Eléctrico. 29/12/14
El precio del petróleo entra al sprint final del año sin poder superar el desplome de los últimos meses, motivado por el exceso de oferta en el mercado, en parte debido al “boom” del crudo no convencional de USA. El petróleo intermedio de Texas (WTI), de referencia en USA, cerró el miércoles en US $ 55,84 el barril. Ese nivel está cerca de la mitad de los US $ 107,26 dólares, el máximo precio con el que terminó el 20 de junio.
En las cuatro jornadas que quedan de operaciones en los futuros del petróleo, los analistas descartan cualquier movimiento brusco y las apuestas ya se enfocan hasta dónde puede estar la base de un precio que lleva meses dando tumbos, y que puede bajar más.
Stephen Schork, que elabora un boletín especializado en energía, sostiene que se ha notado un incremento en posiciones de operadores que están apostando por un precio del barril en US $ 40 para fines del mes próximo.
“Si hay un mercado activo de un precio por debajo de los US $ 40 ahora, no puedo anticipar que estemos ni si quiera cerca de tocar fondo ahora”, declaró el analista a la cadena CNBC.
La caída del precio del WTI y del Brent, el crudo de referencia en Europa en los mercados globales, se ha agudizado desde que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) decidió a fines de septiembre no limitar su producción.
La reunión de ministros de ese cártel terminó sin decisiones, a pesar de que algunos países, como Venezuela, buscaban reducir la producción ante una disminución de la demanda y perspectivas de que el crecimiento del consumo de energía se está reduciendo. Pero la OPEP se encarga de producir la tercera parte del petróleo que se consume en el mundo, unos 90 millones de barriles diarios, mientras que la producción propia de algunos países como USA fuerza a ese cártel a buscar medios para asegurar su mercado.
Desde que en 2008 en Texas comenzaron a explotarse los primeros yacimientos de petróleo “shale” obtenido de formaciones de rocas de esquisto, USA ha venido reduciendo su dependencia de los mercados externos. En diciembre de 2007, antes de que comenzara el “boom” del petróleo no convencional, Estados Unidos producía 5,1 millones de barriles diarios en sus campos tradicionales. En septiembre pasado, en cambio, su producción llegó a los 8,9 millones.
La Agencia Internacional de Energía (AIE), en un informe que difundió a comienzos de este mes, calcula que USA será autosuficiente en materia energética en 2035, teniendo en cuenta la tendencia del crecimiento de su producción de hidrocarburos. La producción en Estados Unidos es la tercera mayor en el mundo, después de Arabia Saudí y Rusia. La AIE calcula que, para 2015, USA producirá 1,3 millones de barriles diarios más que los de este año.
En diciembre de 2007, Estados Unidos importó 9,8 millones de barriles diarios de crudo. En septiembre pasado, sin embargo, esa cifra alcanzó los 7,5 millones, según los últimos datos disponibles del Departamento de Energía. Si se consideran las ventas de petróleo que ha hecho la OPEP a USA, en 2008 tuvieron un promedio de 5,41 millones de barriles diarios y en 2013 bajaron a 3,49 millones, pero en septiembre pasado, en cambio, ya eran de 2,90 millones de promedio.
Por eso, la decisión de la OPEP de mantener sus actuales niveles de producción fue interpretada como un intento por dejar que los precios sigan cayendo para que los pozos de petróleo “shale” de USA, el primer consumidor mundial de crudo, dejen de ser rentables. En la cuenca de Permian, en Texas, la que tiene más pozos de petróleo no convencional, los cálculos hechos por expertos indican que puede llegar a ser rentable hasta con un precio mínimo del petróleo de 57 dólares el barril.
Esa cuenca está cerca de las refinerías del Golfo de México, pero la de Bakken, en Dakota del Norte, la segunda en número de pozos y con mayores costes de transporte, el precio mínimo de rentabilidad es de 61 dólares, y la presión se empieza a notar. Por eso Arabia Saudí, que produce 9,6 millones de barriles diarios de crudo, no parece tener prisa, de acuerdo con declaraciones de Ali al Naimi, ministro de petróleo de ese país a un semanario especializado.