Impacto ambiental en los proyectos de energías renovables
Fuente: Energía Estratégica
Una mala planificación en la ubicación de una planta de generación eléctrica, desde el punto de vista de la biología de los ecosistemas, puede llevar a incrementar los costos previstos para llevar a cabo un proyecto, informan desde Tetra Consultores. Esto sería por la necesidad de mayores relevamientos, monitoreo de especies y mitigación de impactos que pudieran existir en el entorno.
“El desarrollo debe estar acompañado de buenas prácticas ambientales; de lo contrario no es desarrollo”, reza la consultora de biodiversidad en su web oficial. Si bien hay una brecha entre lo que se está haciendo y lo que van a tener que hacer los proyectos, respecto a la preservación de la diversidad biológica en el área de establecimiento de los parques, el avance de las renovables en Argentina es muy reciente y aún se pueden atender estas cuestiones.
Santiago Carvalho, Director de Tetra, accedió a una entrevista con Energía Estratégica para compartir: el balance de estos últimos años en cumplimiento de los requisitos ambientales y su lectura de cómo es que cada vez más empresas empezaron a interiorizarse sobre el monitoreo de fauna y flora en parques eólicos y solares argentinos.
Como empresa uruguaya, ¿cuál es su balance de lo que pasó en su país y qué puede servir a la Argentina y otros países de la región sobre esa experiencia?
En Uruguay el desarrollo de proyectos eólicos fue de golpe. Yo siempre digo que Uruguay fue la “Ronda 0” del RenovAr de Argentina. Acá se cometieron errores y se tuvo que aprender en el camino, porque no hubo otra licitación en el país para aplicar mejorías en nuevos desarrollos. Argentina tiene la ventaja de que ya está por la Ronda 2 (más rondas intermedias) y si bien muchos se llevaron sorpresas con los estudios de biodiversidad, ahora para la Ronda 3 y las que vengan ya es algo que las empresas empezarán a entender e incorporar para estar mejor preparados.
En Uruguay hace ya más de seis años que venimos trabajando en el tema de biodiversidad en parques eólicos y solares. Hemos aprendido bastante y sin duda hoy tenemos un know-how que no es sólo estudiar la parte biológica, yendo al campo y trabajando con fauna y flora, sino también lo que es una asesoría integral de un proyecto, saber de sus etapas y qué es lo que sucede en cada parque de generación.
Por otro lado, hay muchos vacíos de información, respecto a la biología de los animales, por ejemplo a la de los murciélagos.
La región Latinoamericana tiene mucho para desarrollar sobre eso. Hoy por hoy, hay muchas técnicas para acústica de murciélagos y nosotros en Uruguay hace tiempo que la estamos implementando y son exigencias básicas para los organismos financiadores.
¿Aumentaron las consultas sobre sobre estudios de impacto ambiental en proyectos renovables ubicados en Argentina?
Sí, definitivamente. Este mes recibimos muchísimos llamados y correos electrónicos de empresas con proyectos renovables en Argentina, ese es un indicador que nos dice que aumentó el interés en temas de biodiversidad en su país.
Otro indicador es que este año tuvimos que expandir la empresa. En Uruguay contamos con un equipo de 10 personas trabajando exclusivamente para este mercado, en Argentina contamos con 2 personas en el área comercial y con un gran equipo de biólogos (con cantidad variable dependiendo la demanda de los trabajos), por lo que también estamos preparados para atener en todas las provincias de Argentina, focalizados en provincia de Buenos Aires y hacia el sur, llegando a Santa Cruz.
Tenemos una red de contactos, estandarización de procesos y know how para una respuesta rápida y eficiente en cualquier parte de Argentina.
El mercado en Argentina recién se está desarrollándose, ¿cómo están llevando a cabo, en principio, el tratamiento de este tema?
Las empresas están aprendiendo cómo van a ser las exigencias de parte de los bancos principalmente. Conocer los riesgos y saber a qué uno se está enfrentando es vital para poder solucionarlo de la mejor manera.
Los primeros abordajes suelen desconocer los riesgos que tienen por delante; es increíble que al día de hoy no exista un aprendizaje transfronterizo; uno habla con desarrolladores en Europa y estos problemas los tuvieron hace 10 años, hace lo mismo con Estados Unidos o Uruguay y no aprendieron de ellos, ahora le está pasando a Argentina. Sin embargo, atender el impacto a la biodiversidad no es un tema preocupante, lo más importante es conocerlo.
Para quienes desconocen el tema, ¿podrías explicar brevemente qué sucede con la biodiversidad tras una gran modificación del entorno? En este caso, en el emplazamiento de plantas generadoras de energía renovable.
En principio, es interesante entender que cuando se habla de energías renovables, a pesar de que estas sean “energías limpias”, no están libres de impacto ambiental.
Sin embargo, no generan problemas que otras industrias sí, por lo cual es importante su existencia y participación.
Ahora bien, aclarado esto, es necesario avanzar sobre lo que sucede cuando un lugar en estado natural incorpora un emprendimiento del hombre. Allí, puede a haber una pérdida de habitad y el desplazamiento de ciertas especies del sitio. En el caso de plantas de generación renovable solar o eólica y en relación a la magnitud de los proyectos, el desplazamiento de fauna y la mortalidad que se puede dar de ciertas especies son bajas.
Otra de las cosas que se estudian al respecto es el “efecto barrera”, este tiene que ver con las especies migratorias o aquellas que hacen movimientos diarios entre sitios de alimentación y descanso, en estos casos se evalúa si la presencia física de tecnologías de generación puede comprometer el tránsito o hasta la conservación. Los estudios apuntan a eso, a reforzar el concepto de energía limpia y desarrollo sustentable, de alguna manera tratando de evitar o mitigar impactos que se pueden dar en el proceso de construcción y producción.
¿Cuál es la “pata floja” hasta el momento en las exigencias de la mitigación?
A lo que menos esfuerzo le dedican las empresas es al estudio de impacto que se hace previo a la concreción del proyecto. Por lo general el objetivo es obtener las licencias ambientales a nivel administrativo del país, pero para nosotros como consultores es una de las etapas vitales donde uno puede detectar de ante mano, en términos prematuros, los riesgos de los proyectos.
¿Qué tienen que tener en cuenta las empresas que están planificando hoy nuevos proyectos de gran escala?, por ejemplo para presentar a RenovAr 3.
La ubicación de los proyectos muchas veces está condicionada por un montón de variables que tienen que ver con la interconexión, los núcleos donde se van a desarrollar varios proyectos. En el caso del estudio de impacto es importante saber si donde uno está proyectando su desarrollo es un área de posibles conflictos y demandas especiales. Eso es algo que, organismos como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial, tienen inmediatamente y saben cuánto exigir o no a un proyecto.
¿Cuáles son los hitos más importantes que exigen hoy que se cumplan?
El Banco Mundial se rige por directrices internas, por distintas normas de desempeño que abordan el tema social, ambiental, legal. La normativa que aplica sobre la biodiversidad es la norma de desempeño Nº 6 y es la que tratamos de seguir todos, porque es un estándar bastante aceptado.
¿Cómo perciben hoy la interiorización de las empresas sobre el tema de biodiversidad?
Es increíble, y habría sido impensado hace un par de años, que hoy muchos desarrolladores y parques en Argentina ya saben de qué hablamos cuando mencionamos a un cauquén colorado, flamencos a loicas pampeanas. Todo esto va ser un lenguaje cotidiano, nosotros lo estamos percibiendo desde acá.
Es interesante cómo empiezan a ser conocidas estas aves por los proyectos eólicos, directamente porque les han generado un dolor de cabeza. Esos dolores fueron porque de antemano nadie les había dicho que en los lugares donde iban a implantar sus proyectos iban a encontrarse con esos animales. Ese es el centro de la cuestión, poder estar asesorados desde una etapa temprana ayuda y mucho, porque van a tener por delante 20 años de producción.
Ahora hablamos un idioma común y sin duda los proyectos van a incorporar el concepto de biodiversidad en su proceso, lo estamos sintiendo nosotros con las consultas y los pedidos que recibimos desde Argentina.